Si
has visto la obra SURrealismo, sabes que ella es un collage de virtuosismo, el arte es el puente que le
permite reflexionar, divertir, dar y recibir amor.
En los
seminarios busca que los participantes, reflexionen, se diviertan, den y reciban amor.
En todo
lo que escribe con maestría, amalgama
coherentemente
su búsqueda.
Con
su humor único explica "insisto en todos los frentes con lo mismo, por que hay mucha gente que no va al teatro, o no
le gusta mover su cuerpo y opta por leer.
Fue
naturista, estudió teatro, expresión corporal, yoga, danza, cosmobiología,
Tiene
contactos con muchos "maestros buena gente diría Nora"
Y siempre
está dispuesta para hacer otro clic en ella.
Es una
mujer preñada para siempre de la luz del arte, y la creatividad.
Cada
día rescata una versión mejor de Nora Fernández.
Restaura
su alma en ceremonias de sanación con chamanes, chamanas, sacerdotisas, machis, mujeres sabías, con la mujer medicina
mapuche, mantralizando, danzando bajo lunas llenas y gordas, en la cordillera de los andes.
Hace
terapia, constelación familiar y cuanto curso y cursillo se le cruza, de arte, psicología, literatura, círculo
de mujeres, mientras lee libros maravillosos.
Logra
como sólo ella sabe hacerlo, darle al arte su lugar:
para
Nora Fernández ser artista es la expresión genuina de amor del alma.